Y llegó el Caracas vs Magallanes
Es toda una experiencia y pasión esto del
béisbol en nuestro país. En especial, la que encierra el enfrentamiento de dos
equipos que con el tiempo se han conocido como los eternos rivales y cuyos juegos siempre traen consigo el desborde de
emociones en todo el país. Una rivalidad que solo es y seguirá siendo
deportiva. Antes y después del juego, los jugadores son amigos, compañeros,
incluso familia, y ya llegada la hora del primer lanzamiento comienzan a dar lo
mejor de sí para conseguir la victoria.
Este
apasionamiento es tan peculiar, que vecinos y colegas coinciden en compartir un
momento de disfrute mientras dure el partido. En casa, la oficina, incluso en
restaurantes y lugares de común encuentro, se da un momento especial hasta que
concluye el juego. Las expectativas que levanta un Caracas-Magallanes forman
parte de nuestra cultura, de nuestra identificación con los momentos álgidos
del deporte más visto en Venezuela. Incluso, somos contagiados con esta
herencia desde nuestros progenitores, que motivan en nosotros la carga de
sentimientos provocadas por las reacciones de las jugadas que todos ansiamos
ver en estos partidos.
Afortunadamente, aparte de esta rivalidad,
los otros equipos se han visto crecer en fanáticos y en pasión. Y esto
convierte nuestro béisbol en una suma de muchas rivalidades deportivas, elevar
la competitividad, y, finalmente, seguir compartiendo estos momentos de
emociones junto a nuestros seres queridos.